Filosofía
La filosofía (del latín philosophĭa, y este del griego antiguo, «amor por la sabiduría»)1 es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.2 3 4 Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales por sobre los argumentos de autoridad,5 y de la ciencia porque generalmente realiza sus investigaciones de una manera no empírica,6 sea mediante el análisis conceptual,7 los experimentos mentales,8 la especulación u otros métodos a priora, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos.La filosofía occidental ha tenido una profunda influencia y se ha visto profundamente influida por la ciencia, la religión y la política occidentales.9 10 Muchos filósofos importantes fueron a la vez grandes científicos, teólogos o políticos, y algunas nociones fundamentales de estas disciplinas todavía son objeto de estudio filosófico. Esta superposición entre disciplinas se debe a que la filosofía es una disciplina muy amplia.La filosofía de la mente es el estudio de la mente incluyendo las percepciones, sensaciones, emociones, fantasías, sueños, pensamientos y creencias.54 Uno de los problemas centrales de la disciplina es determinar qué hace que todos los elementos de esta lista (y todos los que no están en ella) sean mentales.55Tanto para la fenomenología como para la filosofía analítica, un candidato importante para ser una condición necesaria, aunque no suficiente, de todo fenómeno mental es la intencionalidad.56 La intencionalidad es el poder de la mente de ser acerca de, de representar, o de ponerse en lugar de cosas, propiedades o estados de cosas.56 Por ejemplo, uno no recuerda simplemente, sino que recuerda algo, y tampoco quiere en abstracto, sino que quiere algo determinado. La propuesta de algunos filósofos es que todo lo que sea mental está «dirigido» hacia algún objeto, en el sentido más general de objeto, y que por lo tanto la intencionalidad es una característica necesaria, aunque no suficiente, de lo menta,La filosofía de la mente se relaciona con la ciencia cognitiva de varias maneras.58 Por un lado, las filosofías más naturalistas pueden considerarse como parte de las ciencias cognitivas.58 En cambio, otras filosofías critican a la ciencia cognitiva por suponer que lo mental es preposicional o computacional.58 Por ejemplo, algunos críticos señalan que la ciencia cognitiva descuida muchos factores relevantes para el estudio de lo mental, entre ellos las emociones, la conciencia, el cuerpo y el entorno.58Otra característica importante y controversia de lo mental son los qualia, o propiedades subjetivas de la experiencia.57 Cuando uno ve una nube, se pincha un dedo con un alfiler, o huele una rosa, experimenta algo que no se puede observar desde fuera, sino que es completamente subjetivo. A estas experiencias se las llama «qualia». Parte de la importancia de los qualia se debe a las dificultades que suscitan al fisicalismo para acomodarlos dentro de su concepción de lo mental.57Algunos problemas centrales en la filosofía de la mente son el problema de la relación entre la mente y el cuerpo, la identidad personal a través del tiempo, y el problema del conocimiento de otras mentes.5
¿Qué se entiende por jerarquía de los valores?
Por ejemplo, si uno afirma que la filosofía es lo más valioso porque permite dar un sentido humano a la vida, otro puede decir que la filosofía es la cosa más aburrida e improductiva del mundo, que es más valioso un partido de fútbol, una película, etc.
Para un religioso, el valor supremo es la santidad; para un político, en cambio, el valor fundamental es la cosa pública, y así sucesivamente. Así, las diversas concepciones de la vida resultan de sobreestimar un valor por encima de otros: el valor moral, el artístico, el científico, etc.
La tabla de Max Scheler
Según Scheler, los valores de lo divino y de lo sagrado fundamentan en general todos los demás valores. Para él, además, la jerarquía axiológica tiene un carácter objetivo: es absoluta, inmutable y a priori; su captación se logra por la intuición emocional de las esencias.
1. Valores de lo agradable y de lo desagradable. Los estados afectivos correspondientes son los de placer y de dolor.
2. Valores vitales. De lo noble y de lo común, sano y malsano. Como valores consecutivos se dan los del bienestar y de la prosperidad. Emotivamente, a la intuición de dichos valores corresponden sentimientos de expansión vital y de su regresión, salud y enfermedad, juventud y vejez, etc.
4. Valores religiosos. Comprenden lo divino y lo sagrado, y constituyen el rango supremo. Los valores que les son consecutivos son los del culto y de los sacramentos. Los sentimientos que les corresponden son la beatitud y la desesperación, la fe y la incredulidad, la piedad y la impiedad.